Primeros días de trabajo en Langkawi (Malasia)

¡Hola a todo el mundo! Llevamos cuatro días en Langkawi trabajando en Alamanda Villas, después de casi dos meses moviéndonos sin parar apetecía asentarse un poco, guardar las cosas en el armario y abrazar la rutina por un tiempo. Nada más llegar Pablo nos recogió en el aeropuerto, es un hombre argentino que lleva un mes en Alamanda haciendo el mismo voluntariado que vamos a hacer nosotros. Hemos hecho muy buenas migas: nos ha explicado como funciona todo y ha respondido a todas las preguntas que teníamos, hemos trabajado muy bien juntos y sobretodo hemos charlado, ido a la playa, cenado, etc. Un gran tipo.

El resort consta de seis villas, una de ellas está alquilada a largo plazo a una simpática pareja rusa, en la más grande viven los dueños, en la pequeñita al lado de la entrada vive Pablo, y luego hay tres para alquileres de corto plazo. Nosotros vivimos en la planta baja de la casa de los dueños, tenemos una especie de apartamento con dos habitaciones y un baño, todo muy nuevo. Para cocinar bajamos al bar de la piscina donde tenemos una nevera y un armario para nosotros, la verdad que estamos disfrutando cocinándonos cosas más familiares. Cuando Pablo se vaya, dentro de un mes, iremos a vivir donde está él. Cuando entramos en nuestra habitación me quedé enamorado de las vistas: rodeado de montañas se extiende una gran llanura de arrozales que el sol tiñe de naranja a cada atardecer.

Las vistas desde nuestra habitación, os aseguro que en persona es alucinante

Alamanda desde arriba

Alamanda desde abajo

Disfrutando del tiempo libre

Laura y Pablo

Nuestra cocina al lado de la piscina

Este va a ser uno de nuestros pasatiempos en Alamanda

Jan (sueco) y Hajar (malaya) son la pareja de dueños, hace cuatro años comenzaron a construir las villas y llevan ya un año gestionándolas. Son muy agradables, ella ejerce el rol de jefa mientras que él es más cercano. La primera noche nos llevaron a cenar fuera y nos ofrecieron quedarnos hasta julio con posibilidad de alargar, la verdad que es demasiado pronto para decidir cuanto nos vamos a quedar, pero si todo va bien me da la sensación que cuando acabe el visado (en dos meses y medio) nos iremos de aquí.

Las tareas que nos han encomendado son muy variadas, algunos ejemplos son:

• Hacer el check-in y el check-out de los clientes
• Aceptar y gestionar las reservas
• Atender a todas las preguntas y peticiones de los clientes
• Comprobar el funcionamiento del wifi y de la piscina
• Hacer el traslado de los clientes al aeropuerto
• Llevar la ropa de cama y las toallas a la lavandería
• Mantener limpias las zonas comunes (para limpiar las villas viene Sai, la asistenta)
• Regar el jardín y mantenerlo cuidado (aunque de vez en cuando viene un jardinero)

Como veis hay cosas más agradables que otras, pero al final sientes que haces todo lo necesario para que el negocio funcione y creo que a la larga será muy útil como experiencia. De todas formas no trabajamos más de cuatro horas al día, el horario es flexible y disponemos de un coche (compartido con Pablo) para ir donde queramos y la gasolina cuesta… 0,40€ el litro! Además podemos disfrutar de la piscina y hacernos la colada con la lavadora (os aseguro que es un lujo después de un mes y medio lavando a mano y colgando la ropa en cuerdas improvisadas).

El coche que nos dejan: un Perodua Kembara, ojito…!!!

Cena española, tortilla y gazpacho

Pescado al grill y comida malaya

Preparando las brasas

En la finca hay unos cuantos animales: varios monos entran a veces a robar fruta de los arboles de mango, pequeñas serpientes inofensivas cuelgan de las ramas más altas (eso dicen, aun no las hemos visto), muchos tipos de lagartos (algunos con colores muy llamativos y otros con tamaños impresionantes: Pablo nos enseñó la foto de un monitor lizard de casi un metro en su balcón), dragones (o geckos) de dos palmos, multitud de insectos y pájaros, y nuestra amiga la gata, que se ha colado en la finca y va cazando ranas y otras cosas (desde que le dimos las primeras caricias no se separa de nosotros y solo quiere mimos).

La gata :)

Tengo la idea de hacer un pequeño video enseñando las instalaciones, la cosa es que luego pueda subirlo a youtube porque el internet en la isla es bastante penoso… Hablando de la isla, es muy tranquila, con buenas carreteras iluminadas y una gran sensación de seguridad. Hay mucha naturaleza, montañas, arrozales, una curiosa granja de bufalos donde producen mozzarela fresca… La verdad que no hemos tenido tiempo de explorar apenas, pero habrá tiempo porque estamos justo en el centro de la isla y no se tarda más de 15-20 minutos en ir a cualquier sitio en coche. Hay que decir que la isla es Tax Free, es decir, no se cobran impuestos. Las playas son un tema aparte, digamos que el entorno es muy bonito, la arena blanca y fina, pero el agua es turbia, nos hemos dado cuenta que a medida que caminas mar adentro el fondo empieza a ser fangoso, por tanto el agua tiene un color que no es muy apetecible. Eso sí, para darse un chapuzón y nadar un poco sobra.

Cambiando de tema, los últimos días en la capital fueron tranquilos: fuimos de compras por la inmensa variedad de mercadillos y centros comerciales (necesitábamos cosas más decentes y arregladas para trabajar), estuvimos en el acuario de la ciudad, paseando por un parque rodeado de rascacielos (KLCC), descubriendo el barrio de Little India… y montándonos en una montaña rusa!

KLCC, chapoteando

Qué romántico

Té curativo chino

Parque de atracciones

El parque de atracciones estaba DENTRO del centro comercial, que tenía 10 plantas

¡¡Hasta la próxima!!